El tratamiento es adaptado a cada paciente teniendo en cuenta los síntomas y el origen.
La terapia base es la reorganización neurofuncional, que ayudará a organizar y madurar su sistema nervioso.
Consiste en recapitular a la aparición de los primeros movimientos (prelaterales) durante las distintas etapas de desarrollo (arrastre y gateo), adquiriendo habilidades no conseguidas antes.
A quién va dirigido
Cuando dos o más reflejos primitivos están presentes en el niño o adulto podemos encontrar los siguientes síntomas:
- Dificultad de aprendizaje en lectura y escritura.
- Problemas de organización.
- Problemas de atención y concentración.
- Pobre coordinación ojo mano.
- Malas posturas.
- Hipotónico o hipertónico.
- Pobre coordinación y equilibrio del cuerpo.
- Problemas de lateralidad, dificultad para realizar movimientos cruzados.
- Problemas en lenguaje.
- Timidez o mucha impulsividad.
- Hiperatividad o hipoactividad.
- Hipersensibilidad a la luz, al tacto, a estímulos visuales o de movimiento.
- Enuresis y problemas para controlar los esfínteres.
- Problemas de comportamiento derivado de su dificultad para permanecer quietos.